Los actuales dirigentes del Barcelona convencieron a una empresa auspiciante para que haga un “quiebre de cintura” y cancele a Universidad Católica una deuda pendiente.
Los “amarillos” estaban suspendidos por retrasos en los pagos a Universidad Católica por el pase de Geovanny Nazareno y el préstamo de Miguel Ibarra.
Y si no depositaban ese dinero en la Federación Ecuatoriana de Fútbol hasta 48 horas antes del cotejo con Liga de Quito no podían jugar y perdían los 3 puntos, lo cual favorecía a los “albos”, que aspiran ganar los últimos seis puntos para rematar primero en esta etapa del torneo.
Los “toreros” debían las primeras 8 letras correspondientes a la venta de Geovanny Nazareno y el préstamo de Miguel Ibarra. Este plazo ya se cumplió el 15 de abril y como Barcelona no pagó los directivos de Universidad Católica enviaron la solicitud de pago a Ecuafútbol, que le dio al equipo “canario” un mes más, pero tampoco cumplieron y se le vino el hacha.
Fuente: Extra
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