La ‘mecanización’ que desea imponer Álex Aguinaga en el juego de Barcelona no se aplica en el gramado. Una muestra de aquello es la falta de entendimiento entre el arquero Máximo Banguera y los defensas amarillos.
Esas descoordinaciones fueron letales para un conjunto torero que anoche cayó 0-2 ante Deportivo Cuenca en el estadio Monumental.
Es difícil que se logre la ‘automatización’ del juego si los considerados titulares no transmiten aquello a los que reemplazan a los estelaristas. Así se reflejó cuando el delantero morlaco Néstor Ayala dio media vuelta y lanzó un disparo de casi 25 metros que, previo un bote, ingresa a la puerta del meta Banguera.
El paraguayo realizó la maniobra y al defensa Jefferson Hurtado le faltó reacción. Impávido ‘la Sombrita’ y sin respuesta el guardameta amarillo, los visitantes estaban en ventaja a los 16 minutos.
‘El Güero’ tiene la aspiración que los llamados alternantes logren adaptarse a la ‘sistematización’ del esquema, pero resulta complicado cuando Giovanni Nazareno no es capaz de disimular la ausencia de un joven y atrevido Bryan de la Torre por las bandas. Ayer hizo falta el desequilibrio del seleccionado sub-20. Nazareno mostró su acostumbrado dominio de pelota, pero carece de precisión en los últimos tres cuartos de cancha.
Esa ‘memoria colectiva en la cancha’ tampoco funciona si el mediocampista Mike Rodríguez se conecta de forma esporádica con los ofensivos.
La ausencia de un Rodrigo Marangoni, que de a poco entraba en el sistema que desea implementar ‘el Güero’, se sintió anoche. Aquellas bajas pesan, más aún en un cuadro que está en formación, todo con la idea de lograr la clasificación copera en la segunda mitad del campeonato nacional. Si había mínimas posibilidades de acceder en la presente etapa a la Copa Libertadores, ayer esas opciones se terminaron.
El reemplazante de ‘Maranga’ tuvo claridad en escasas ocasiones. En una de ellas inició una jugada que Iván Borghello no pudo rematar con eficacia y el balón se estrelló en un vertical. Talvez los tres últimos goles que falló ‘el Memo’ en la fecha anterior ante Espoli no pesaron, pero ayer sí, sobre todo cuando la oportunidad la tuvo previo al tanto cuencano. Gritos de rabia y frustración dio el argentino mirando al piso. Era un símbolo de lo que vivió ayer Barcelona.
Ese error del rioplatense se pagó después, pues no se generaron acciones claras desde la zona de volantes hacia la ofensiva. Los amarillos estaban desorientados en la cancha. Había diálogos para buscar respuestas y lamentos porque las cosas no salían.
La impotencia aumentó cuando otra vez la pelota da un bote en el área, Jefferson Hurtado e Iván Hurtado no salen a cortar, tampoco el golero Banguera, y Ayala nuevamente vence el arco canario a los 20 minutos, pero esta vez mediante golpe de cabeza y en lo que parecía una acción controlada.
Los pelotazos del colombiano Omar Guerra, la velocidad de Juan José Govea y el oportunismo del ariete guaraní dejaron sin opciones a los dueños de casa. Para ello impusieron en la cancha el orden y aprovecharon el contragolpe.
Los 5.000 seguidores en el Coloso del Salado mostraban molestia. Eran casi la mitad de los que asistieron el miércoles anterior al estadio 9 de Mayo de Machala frente a Liga de Loja. Los 20 días sin ver jugar a su equipo en Guayaquil no motivaron a los seguidores del Ídolo, que también ante Olmedo actuó de local en la capital orense.
Tras el segundo gol visitante, Aguinaga envió al campo a Armando Wila intentando ganar en contundencia, pero no fue posible, el desorden siguió y las ganas no bastaban para marcar diferencias. Tampoco ayudó a desequilibrar el ingreso del brasileño Rodrigo Teixeira, quien jugaba contra su exequipo, aquel donde protagonizó grandes jornadas de efectividad en la red rival, pero ayer eso no se dio y sigue sin resolver los encuentros en que Barcelona está con un marcador adverso.
Si Teixeira no estuvo acertado ante la red rival, Wila mostró rapidez, pero no precisión, aquella que sí tuvo el cuadro morlaco, que consiguió su sexto triunfo en los enfrentamientos ante los canarios en los últimos cuatro años. En ese lapso, los canarios apenas han vencido a los camisetas coloradas en tres ocasiones.
Con la derrota frente al Expreso Austral, Aguinaga contabiliza su segunda caída desde que asumió la dirección técnica del Ídolo y la primera como dueño de casa.
Tuvimos cuatro oportunidades de gol claras en la primera parte, pero el Cuenca nos anotó el gol y fue un rival difícil, hizo un gran trabajo. Barcelona corrió, hizo el esfuerzo, intentamos jugar por las bandas, pero no anotamos.Álex Aguinaga
Técnico de Barcelona
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Ayala impuso su certeza en la red
Tuvo dos ocasiones y no las desperdició. El atacante paraguayo de Deportivo Cuenca, Néstor Ayala, fue una pesadilla para los defensas amarillos, no solo por los dos goles anotados, sino que mostró movilidad en el terreno de juego. Mostró contundencia dentro y fuera del área. El ariete tuvo la eficacia de la que carecieron los ofensivos canarios. El guaraní marcó la diferencia.
Tuvo dos ocasiones y no las desperdició. El atacante paraguayo de Deportivo Cuenca, Néstor Ayala, fue una pesadilla para los defensas amarillos, no solo por los dos goles anotados, sino que mostró movilidad en el terreno de juego. Mostró contundencia dentro y fuera del área. El ariete tuvo la eficacia de la que carecieron los ofensivos canarios. El guaraní marcó la diferencia.
Fuente: Expreso
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